miércoles, 31 de agosto de 2011


Pero no, pero no tengo la culpa 
De que esto se esfume cada mes 
Como si fueran burbujas de champagne francés 
Yo no tengo la culpa de ser más yonqui cada vez 
De tus taras y tus multas, de tus pies

martes, 30 de agosto de 2011




No me acuerdo demasiado, casi nada la verdad. Tengo algunos recuerdos, no precisamente del día en que se fue sino del tiempo en que estuvo.
Algún día estuvo conmigo y con mi mama, de repente también mis hermanos. Estábamos en la bodega, yo era pequeña y él gateo conmigo, como jugando. Recuerdo que algún día no estuvo más, recuerdo que la vida se puso dura, él, al parecer se había ido, la navidad fue triste, recuerdo ir con mi madre a todos lados, todas las casas a las que tuvimos que mudarnos, la camisa de Helga Pataki y la obsesión casi compulsiva por plantar girasoles en cada rincón del jardín, recuerdo el regalo del día del niño (una pequeña fuente de sodas, rosada y fucsia, a alguien ya le había servido, pero era perfecta),  una inundación, un techo, una pijama que no era mía y que se arrastraba por el suelo, recuerdo que extrañaba a mis hermanos. Luego, lo vi una vez más, fuimos a la ciudad y me enseñó que después del veintinueve estaba el treinta (me sonaba tan extraño el treinta, treinta, treinta, que hasta creí que me estaba tomando el pelo) estábamos en un mc donalds, me regalo unos patines y me llevo a patinar, recuerdo que antes de verlo caminábamos entre un mundo de gente y mi mama dijo: “ahí esta”, caminaba hacia nosotros. Yo no sabía quién era y pregunte, un paso antes de que estuviera justo en frente,  mama dijo: “Es tu papa”, me emocioné, lo abracé tanto sin saber que él ya no  regresaria al pueblo  con nosotros.

domingo, 28 de agosto de 2011

Gracias por ser gigante, perdón por irme pensando solo en mi.

viernes, 26 de agosto de 2011

"Y no lloras porque me voy, sino, porque vos te quedas sola."- Facundo Cabral

jueves, 25 de agosto de 2011

"Nadie nos prometio un jardin de rosas, 
hablamos del peligro de estar vivos - Fito Paez"
La verdad, aunque hay muchas y tal vez suene a mentira es que me cai, me cai de mi vida. Cuando uno se cae de la vida flota y llora a escondidas y es que casi nada importa. La verdad me supo a mentira y me dedique a creerme las mentiras, mis mentiras para no llorar y no valio la pena, hasta que no pude seguir tejiendo la cadena y se rompio. Mi verdad es que lo queria, cuanto lo queria, hasta ahora siento la tripa revuelta y nunca quize dejarlo, a pesar, a pesar, a pesar, a pesar. Trato de imaginar y de tragarme la unica mentira que me sabe a verdad, que ya evadi, ya llore, ya me ahogue, ya me compadeci de mi y ahora tengo que levantarme, como siempre, solo que ahora tengo que recordar mi norte o inventarmelo, que mas da, esta si vale toda la pena
http://www.youtube.com/watch?v=iqbFWJCUOCc&feature=related 
 
En un pueblito de putas, perras y bufarrones
Vio la luz Carolina, una nena con cojones
Creció de espaldas al mar y allá por Canelones,
Le dieron el primer beso bajo de los pantalones

Montevideo, qué bien te veo, que suelten los leones
Mi nena ya está cansada de llorar por los rincones
Por eso busca un rockero que le regale flores
Y que la invite a vivir en un castillo de canciones

Pasó la noche y la Caro perdió de a poco el brillo,
Todo lo que había tomado la dejó sin apetito,
Creyó que yo era un extraño y se enojó conmigo
Y se olvidó que juramos para siempre estar unidos

Montevideo, qué bien te veo, sobre tus aguas río,
Mi nena está tan pasada que no cree en lo que digo,
Le dije que estoy casado, que anoche no he dormido,
Y que no soy lo que espera, ni un rockero ni un marido
Que le diga:

“Vámonos a dormir Carolina que llegué hace dos días
Y mañana me voy
Tengo casa y tengo comida pero nadie me cuida
Ni me da el corazón”

miércoles, 10 de agosto de 2011

"Mientras dura la mala racha, pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras.Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me vaya la vida en alguna distracción." Eduardo Galeano-El Libro de los Abrazos

lunes, 1 de agosto de 2011

Al otro dia como el ave fenix me levanto con el pie derecho y rio sin razon, llevo una locura caprichosa, caprichosas las canciones, me abren su gran corazon - Fito paez

viernes, 8 de julio de 2011


De repente ya no es junio, ya es julio y casi mediados. Los días se pasan rápido,  son atormentadoramente fugaces. Se pasan tan rápido que estoy sentada en la cocina de mi casa desde las tres de la tarde, cuando aun había sol, son apenas las 6 y media y ya todo oscureció. Y lo único que hago desde hace mucho tiempo es fumar, un cigarro tras otro, uno y otro. No recuerdo hace cuanto tiempo deje la universidad, no sé si estaba realmente convencida, así como no se nunca si estuve lo suficientemente convencida como para estar ahí o para dejarla, entre otras cosas que también se quedan en el camino. Entre a una universidad, por descarte, eh! Es una buena ley, a veces para llevar la vida pero para las personas sin sueños. Yo no, yo creía  en algo, tengo un corazón y una tripa revuelta. Una tripa revuelta por haberme ido por la tangente, es mágico a veces irse por la tangente, de pronto solo existe lo que ves y lo que te toca es lo que te toca como alguna vez alguien me dijo. Recuerdo que el tiempo de mi vida que ha valido la pena, el tiempo en el que he sido putamente yo, consta ya de un año y aun no sé cómo ser.

sábado, 25 de junio de 2011


No es que sea la más práctica, a veces la más enrevesada. Enrevesada con los detalles, con las cosas importantes. A veces me siento sola, tan sola, tan sola. Debe ser porque ya probé las delicias de mi cuerpo sintiendo su respiración y la dulce sensación tibia de la sangre que corre en sus venas, y es invierno y tengo frio. Y quiero dejarlo todo y esperarlo, como siempre. Y reírme y ver como los rayos de sol a media tarde nos hacen brillar como siempre.

miércoles, 27 de abril de 2011

Estaba sentada y él a su lado. Eran desconocidos, después de un millón de noches, después de miles de intentos, después de un millón de palabras, después de todo el dolor, después de todo, era él y era ella… pero no uno, ni amigos, ni seres afines, solo desconocidos. Ella después de todo huyó. Se fue y se aseguro de no dejar nada que los uniera y sin querer se olvidó del corazón. Menudo detalle. Salió a la calle, el mundo prometía colores fugaces, anocheceres y atardeceres que duraban un segundo, solo un segundo pero que hasta los podía tocar pero nada como el purpura eterno en el que había vivido. Ya no era el mismo sol lejano, ni los mismo olores, ni los sabores, era todo más como el mundo es, pero había magia

sábado, 23 de abril de 2011

"Algunos me partieron en tres y sigo buscando algun pedazo,
alguno se llevo mi corazon,
alguna vez te quize demasiado, la verdad es que sigo colgada,
del que me colgo la ultima vez"

miércoles, 20 de abril de 2011

Y después de todo, ella seguía viva.
Después de no darle descanso a su cabeza por días.
Después de darle un millón de vueltas a él.
Decidió darse un descanso y pensar en ella misma, en el comienzo de algo bueno.
De algo nuevo.
Y lo demás será una mejor historia.

lunes, 18 de abril de 2011

"Hay horas en que me atormenta tu amor (cómo te gusta usar el verbo amar...), me atormenta tu amor que no me sirve de puente, porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de Pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero"- Cortazar

martes, 8 de febrero de 2011

"Sueña lo que hago y no digo,
sueña en plena libertad,
sueña que hay días en que vivo,
sueña lo que hay que callar.

Entre las luces más bellas

duerme intranquilo mi amor
porque en su sueño de estrellas
mi paso en tierra es dolor.

Mas si yo pudiera serle

miel de abeja en vez de sal
¿a qué tentarle la suerte
que valiera su soñar
?" -Silvio Rodriguez/En el claro de la luna

martes, 11 de enero de 2011

Llegaron las primeras luces del alba, se filtraron por la ventana de su habitación y ella se despertó de golpe pensando que era más tarde lo que era. Se sentó en su cama mirando hacia la ventana y acercó el reloj hacia ella y se sorprendió, no eran más que las 5.45 a. m. Se acurrucó nuevamente en su cama pero ya el sueño se había esfumado, tenía los ojos abiertos como platos y miraba el techo, su mente comenzó a volar. Pensaba en su vida y en que tal vez había comenzado a enloquecer. El tiempo que transcurría no era fácil y sin embargo no traía nada con el que lo haga tan difícil, pero ella no podía y si seguía era con una esperanza, ya lejana, de que todo lo que le anudaba la garganta llegaría hasta el punto de volverse secundario, como antes. Se paró y fue hacia el baño, tenía ganas de ir afuera, estaba harta del olor de su casa. Sentía ganas de ver uno de esos árboles que la tenían fascinada, las acacias, de repente era solo ese color naranja intenso, casi rojo o lo sublime que se le hacía caminar por las veredas y ver como las flores habían caído formando montículos en el suelo y era hermoso por el sol que jugaba con ellos y por sus copas tan vistosas y a veces con destellos dorados. Se lavó la cara y los dientes, escupió, volvió a escupir, se seco la cara, regreso a su habitación encontró unas sandalias y un jersey y salió sin rumbo fijo. Caminó como perdida por las calles, los habitantes de la ciudad aun estaban en sus casas y ella era feliz así. Iba sin la presión de creer que todos se hacían una idea de ella, buena o mala, falsa o verdadera, venenosa o simple, ya estaba harta de toda la mierda de la gente, ya había optado por no mirar las caras al pasar y mirar con desdén a los hombres que le sostenían la mirada cuando se descuidaba, detestaba eso. Caminó. Se sentó en el jardín de un parque no tan lejano, solo a esperar, tal vez que se hiciera más tarde para volver a casa y que su madre no se preocupara. El calor de la mañana comenzó a sofocarla un poco y a cambio de eso de rato en rato traía una brisa que la refrescaba un poco y que hacía que siguiera ahí, alrededor del parque había casas y los niños comenzaban a salir de sus casas aseados y uniformados, listos para la escuela, la gente mayor sacaba a sus mascotas a pasear y la miraban por sus fachas y su cara perdida, se paró al fin y comenzó a caminar de regreso, como si estuviera ida. En el camino de regreso había un puesto de periódicos, se acercó y se quedó parada como algunos hombres lo hacían y leía los diarios colgados, siempre con lo mismo: Muertes, desapariciones, contaminación, el fin de la era, algunos nuevos aparatos tecnológicos que promocionaba alguna gran marca pero lo que más la sorprendió fue la fecha. Buscó en los bolsillos del jersey Calipso que se había puesto antes de salir y encontró una moneda, se acercó a un teléfono público y pensó en la numeración de él, marcó el numero y se quedó dura pensando en que si estaba bien o mal, en lo que traería consigo la gran idea de llamar, tal vez les cambiaría la vida. Cómo saberlo?, al final de las interminables cuatro timbradas una voz, la de él, lo saludó por su cumpleaños, hacía algún tiempo que había decidido no hablarle, tal vez por miedo, por miedo de que siguiera golpeándole el alma, por miedo de perder la cabeza, por miedo de los reproches y las tonterías, pero le deseo lo mejor, sin pensárselo dos veces, todos merecen lo mejor, aunque lo mejor no sea bueno para todos, lo mejor, lo suficiente para sonreír y así fue, en la voz de él se escuchaba una profunda tristeza pero se quedaban mudos cuando la conversación se tornaba algo difícil, tal vez se hubieran querido decir cosas importantes pero se dedicaron a decir las tonterías que la gente común dice, ella compartía la tristeza y se apresuro con su saludo para no echarse a llorar y para que su día no terminara cuando recién había empezado, caminó de regreso sin mirar a nadie, casi trotaba, los taxistas le gritaban cosas que ella no quería escuchar, tal vez le decían “loca” o algo parecido, no le hubiera sorprendido. En la esquina de su casa compró un pan con la ultima moneda que le quedaba y llego a casa comiéndolo, su madre le abrió la puerta su rostro no reflejaba molestia, ni tranquilidad solo neutralidad, le pregunto donde había estado y ella respondió con la verdad, cosa que ya no solía hacer aunque le doliera. Subió corriendo a su habitación se quito lo que tenia encima, se miro largamente al espejo y cogió un plumón y comenzó a escribir frases que se le venían a la mente, en las paredes, de algunas de las canciones que habitaban su cabeza o de algunos libros que había leído “Dicen que hay bueno, malo, dicen que hay más o menos, dicen que hay algo que tener y no muchos tenemos”, un corazón, aunque oxidado aun seguía teniendo un corazón, aun maltrecho. Se sentó en el borde de su cama, puso musica y se tiró hacia atras, imaginaba a su hombre perfecto, con el que soñaba todas las noches, el que la abrasaba, la llevaba a caminar y le mostraba las estrellas en la noche y que sabía tanto de la vida que hasta solía limpiarle la mente, al que no le importaba si se vestía como una indigente y que la besaba suave pero aplomado, el que no le exigía nada, solo lo que ella le daba, el que no era el más bueno, el que era él y era perfecto y le hablaba de cosas que para ella eran increibles, no se esmeraba y sin embargo el no existía. Se metió a la ducha, se puso guapa, le sonrio al espejo y comenzó su día, una vez más.

lunes, 3 de enero de 2011

Miro el mar y me parece increible la inmensidad, miro el mar y me da nostalgia. Entro en la cuenta porque en mi vida siempre hace falta entrar en la cuenta de que estoy en un lugar, decirme: "Rosangela, estas frente a la inmensidad del mar", debe ser por mi cabeza revuelta, por mi mente llena de suenhos y de mierda. Es entonces que recuerdo y piso tierra, aterriso. Es entonces que recuerdo que extranho a alguien, es entonces que pienso en como he llegado hasta estar sentada ahi con la arena entre mis dedos y la vista en el azul del cielo y el viento desordenandome el cabello, y es entonces que me doy cuenta que nada nunca es por que si, para llegar ahi a mi me hizo falta pasar por todo lo que paso y empezar a sentirme ahi, sin el, sola y con una vida no tan inmensa pero mia y grande.