Era fácil vivir y mirar el cielo con la cabeza pegada a la almohada, lo difícil era mantener los recuerdos alejados. Que bonito era levantarse muerta de frio y empuñar algo con que cubrir los pedazos de su cuerpo que quedaban descubiertos hacia el viento, hallarse parada frente al espejo y sonreirse. Que difícil no saber que hacer contigo, que difícil no saber que hacer.

El miedo me corta las alas una vez más.
De hecho pocas veces me he quedado con las ganas de hacer cosas o de decirlas, tal vez estas cosas que no he hecho o no he dicho son más importantes que las que digo o hago cada segundo, me resulta sumamente frustrante tener en mi lista de cosas que hacer o sueños por cumplir cosas que están tan al alcanze de mis manos y tan lejos por miedo. El miedo me corta las alas y tengo claro que a veces es porque no quiero quedarme sola. No me gusta la soledad pero tampoco la he probado, siempre he tenido a alguien conmigo. Tal vez ahora siento sus sabores. Y es que me hago un mundo y todo se cae hoy, es que hoy tengo un gran sentimiento de culpa, hoy creo que mi corazón se sale y no quiero dormir de nuevo, pero tampoco quiero seguir aquí. Igual nada va a cambiar hoy y ahora porque siento miedo.

Déjame engañarte

Mírame a los ojos. Tú caminas hacia algún lugar, yo vengo de regreso y llevamos cinco segundos obsevándonos. Yo no sé quien eres y dudo que tú sepas quien soy yo. Solo nos miramos caminar. Entonces los segundos se hacen eternos y pienso en cuanto me gustaría saber en qué piensas cuando me miras andar. Nos estamos acercando y no nos dejamos de mirar aunque es extraño mirar así a una persona en la calle. Hay más gente pasando, pero nada nos distrae, seguimos mirándonos. Sé bien que en el momento que tú dejes de hacerlo yo también lo haré, pero hasta ahora seguimos. Quiero robarte una palabra y soy consciente que eso resultaría aún más extraño, no sabría que decir. Nos encontramos exactamente uno al lado del otro y ya no nos miramos aunque cuando ya he avanzado un poco volteo y te veo ir y me dá pena, no sé por qué. Eso pasa casi todos los días, Quién eres?

Y si lo supiera?

Cuando era pequeña escuchaba a mi madre decir que quería que los días tuvieran 50 horas, a mí me parecía una locura los días para mí eran lo suficientemente largos. Ahora qué no daría porque el deseo de mi madre se haya hecho realidad...

Quiero tirar al viento o dejar en el tiempo lo que siento por ti, que no se qué es pero tampoco quiero pensarlo demasiado. Quiero reprimirme u olvidar que existes. Pero no puedo.

Entonces este fin de semana si nos cruzamos, no me saludes (tal vez yo no lo haga, eso espero). No necesito que me hables, tanto tiempo sola que un poco más de silencio no es novedad. No pienses en mi, por favor, no hay que tentar al destino tal vez hayamos desarrollado un sexto sentido: La telepatía. No quiero sorprenderme planeando el tiempo contigo, ni un segundo (no creo que tú seas para mi o mejor dicho: No quiero). Quiero estar tranquila y acompañarme por segundos de personas que no signifiquen mucho o tal vez nada (ya es un hobbie). No me trates mal, tampoco bien (ambas cosas pueden hacerme sentir). No te quiero como enamorado, te prefiero como amante o mejor aún como amigo.

Hoy voy a salir y no te voy a buscar entre la gente.
Hoy voy a hablar con mis amigos y no voy a pedir saber de ti, ni de ti o de ti.
Hoy no te voy a extrañar, ni a ti o a ti :).
Hoy me daré cuenta de que todo lo pasado, es una experiencia.
Hoy me daré cuenta que todo comienza todos los días, con la única diferencia de que hoy sé más que ayer.
Hoy me va dar mucho gusto verlos felices, de corazón.
Hoy me va a dar lo mismo verlos tristes.
Hoy voy a apagar el teléfono.
Hoy voy a hacer cosas buenas y si se me dá la gana, también haré cosas malas.
Hoy voy a decidir jugar más.
Mañana es posible que decida enamorarme de nuevo.