miércoles, 22 de septiembre de 2010

El cigarrillo se consumía entre sus dedos mientras alguien terminaba de pronunciar la palabra “morir” y fue en ese momento que decidió que realmente era momento de revivir y de prender otro cigarrillo, igual y hay cosas que aun no iban a cambiar, pero todo lo que le anudaba la garganta comenzaba a irse con el viento frio que golpeaba con fuerza las hojas de los árboles y con el humo de ese cigarrillo.