jueves, 30 de julio de 2009


Hoy llegue de un viaje corto al norte del país. Llegué a mi casa en la madrugada, en la triste madrugada, me quise quedar dormida pero tuve una serie de sueños raros que me mantuvieron despierta hasta el amanecer. El último de mis sueños fue con un duende verde y pequeño, que montaba una bicicleta antigua y llevaba un bolso dorado, hablamos un momento hasta que decidió robarme el sueño, meterlo en el pequeño bolso y manejar la bicicleta hasta las nubes y precisamente en ese momento desperté y vi amanecer.

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